Es evidente que uno no es una esponja a la que todo se le pega, ni un robot; creo que uno debe tener criterio propio o al menos pensamiento crítico, y la internet facilita el poder hacerse uno de opiniones sobre los sucesos y las noticias, de manera que atacar a los medios de comunicación, acusarlos de que embrutecen a la gente, responsabilizarlos por nuestras acciones o por el modo de ver la vida, solo revela nuestra incapacidad interior para cuestionar toda influencia o autoridad.